miércoles, 19 de agosto de 2009

Tumshukaiko, un misterio por descubrir

Monumento preshispánico es el más grande del Callejón de Huaylas


Tumshucaico o Tumshukaiko es un centro ceremonial de orígenes precerámicos (2500 a.C.) que estuvo descuidado por largo tiempo y recién las autoridades locales han mostrado un interés que ojalá no desaparezca.


Tumshukaiko está ubicado cerca del río Llullán de Caraz, en las afueras de la ciudad, en el barrio de Nueva Victoria, a 15 minutos caminando o cinco en mototaxi. El lugar tiene la forma de un morro que se levanta entre vegetación y casas que con el tiempo se han ido construyendo sobre las mismas ruinas, lo que en estos años ha dificultado la limpieza de este importante centro prehispánico.


Desde la entrada de Tumshukaiko se puede apreciar los trabajos de excavación que realiza la Universidad Nacional mayor de San Marcos, institución que pese al bajo presupuesto, está logrando algunos avances que determinan a este monumento arqueológico como el más grande del Callejón de Huaylas.


Según los arqueólogos de San Marcos, el nombre de Tumshukaiko tiene su origen en el quechua interandino y significa “aquí en el centro”. Los hallazgos de muros, escaleras, túneles y sótanos hacen de este centro un lugar que esconde muchos misterios y que esperamos pronto sean develados para regocijo de los caracinos y de los turistas en general.


El paisaje, la acogida del público y el clima agradable de Caraz, hacen de Tumshukaiko un lugar indispensable en la agenda de todo visitante. Acompañen esta visita con una rica raspadillas o un heladito de la zona.

domingo, 16 de agosto de 2009

La dulzura del callejón

Una visita a la ciudad de Caraz nos hará olvidar el caos y la celeridad de las grandes ciudades

Caraz fue fundada por Simón Bolívar en su paso con el ejército libertador. Desde entonces se convirtió en un pueblo importante dentro del Callejón de Huaylas. Hoy, es la segunda ciudad más poblada después de Huaraz y es la que mejor conserva sus estrechas y tradicionales calles, casonas, iglesias y floridos parques.

Conocido también como Caraz Dulzura (denominación que le puso el sabio Antonio Raimondi), ya sea por los manjares que aquí se encuentran o por la afabilidad de la gente, este distrito es el sitio ideal para aquellos que desean escaparse un rato de la capital e internarse en un lugar más fresco y tranquilo, pero conservando todas las comodidades de las grandes ciudades (luz, agua, internet, cable, etc.).

Custodiada por los nevados Huandoy y Huascarán (los dos más altos del país), Caraz descansa apacible, recibiendo cual campesino en el campo a los visitantes que llegan en busca de aire fresco, agua pura y un hermoso paisaje natural.

Atractivos turísticos
La Plaza de Armas en un hermoso parque que conserva las tradicionales y enormes palmeras así como una fuente que data del siglo XIX. Asimismo se encuentra el Templo de Piedra, iglesia de dos enormes torres que vigilan la ciudad.

Otro lugar muy visitado es Tumshucaico, ruinas de piedra que dejaron los antiguos pobladores de esta zona. Aquí se pueden apreciar los muros, los túneles y galerías de un templo prehispánico que gozaba de gran apogeo.
Desde Caraz también se puede ir a los diferentes caseríos que la rodean. Podemos bañarnos en las frescas aguas del río Llullán, gozar de una tarde campestre en los bosques de eucalipto o también podemos enrumbarnos hacia la laguna de Parón, una de las fuentes de agua dulce más importantes del Callejón de Huaylas.

Si el atrevimiento nos sobra, entonces podremos iniciar una caminata hacia el Bosque de Puyas de la localidad de Winchus, ubicada en la Cordillera Negra, es decir al otro lado del caudaloso río Santa.

Principales productos
El crecimiento de Caraz no solo se ha debido al turismo que va en aumento cada día, sino también por el comercio que se lleva a cabo en este lugar. Productos como flores, que se exportan directamente a Europa o Asia, o las alcachofas, que en los últimos años ha marcado la principal fuente de ingreso para muchos agricultores.

Pero no todo es exportación y agricultura. Caraz se distingue principalmente por los manjares y postres que han adquirido una sabrosa fama. Dulces como el manjar blanco, la cuarteada, la mermelada, el dulce de maní, los alfajores variados, la chapla, la champa (alfajor cuadrado), el cachito relleno, las roscas bañadas en manjar blanco, los bizcochos y muchos otros, son solicitados a diario por los visitantes y los mismos residentes.

En la calidad de postres y refrescos, los que se llevan la gloria son los helados. La variedad de sabores ha hecho que estos sean los primeros productos que consumen los turistas. Aquí podemos encontrar sin problemas helados de guanábana, de ron con pasas, de cerveza, de chirimoya y de la fruta que más le guste.

Otros productos que también son muy apreciados son la cremolada y la raspadilla (hecha con hielo de nevado), ambos de tantos sabores como los helados.

¿En qué época ir?
El clima en Caraz va de 17 a 25 grados centígrados, debido a sus 2256
m.s.n.m. Altitud que hace de la ciudad un lugar fresco todo el año, incluso durante la temporada de lluvias.


Si visitamos este pueblo en la época de lluvia, de diciembre a marzo, podremos disfrutar del frescor que se percibe en cada amanecer, del olor a tierra remojada, de las purificadoras caídas de agua y además, podremos ser parte de la fiesta patronal de la Virgen de Chiquinquirá (20 de enero) o disfrutar de los festivos y alegres carnavales de febrero.

Abril es otra fecha importante, ya que se celebra el aniversario de la ciudad. Pero los meses que recomendamos son junio y julio. En junio empieza la verdadera primavera y en julio se celebra la Semana Turística, donde se puede practicar los deportes de aventura como canotaje, parapente, puenting, footing, etc.

Agosto es para los fieles, pues el día 15 se rinde homenaje a la Virgen de la Asunción de Huata, milagrosa imagen que atrae miles de fieles de todo el país. Cada año la festividad se hace más apoteósica y no faltan las competencias entre bandas de músicos, los fuegos artificiales y la excelente comida: pachamanca, picante de cuy, yunca de gallina, tamales, el chocho ‘ceviche serrano’, y los manjares que ya conocemos.

¿Cómo llegar?
Para llegar a Caraz solo hay que tener muchas ganas de pasarla bien, pues los buses sobran y la carretera es una de menos accidentadas de todo el Perú. Desde Lima podemos encontrar una variedad de empresas de transporte, o podemos aventurarnos desde los terminales masivos como Fiori.

Son 8 horas en bus y 7 si disponemos de auto propio. El precio en bus fluctúa entre 30 y 35 soles en empresa, y de 25 a 20 soles en el terminal Fiori. Después del desembarco, podremos movilizarnos mediantes las mototaxis, muy populares en Caraz.

En cuanto al alojamiento no hay por qué preocuparse. Hay hoteles para todos los gustos, y para todos los bolsillos.